De verdad espero que leas este comunicado, aunque sé que ni por casualidad va a llegar hasta tu ordenador de último modelo. Necesito decirte algunas cosas. Quiero que recuerdes que, mientras tus críadas, sirvientas o mayordomos preparan y organizan una cena elaborada con carísimos productos para celebrar la Nochebuena y a la que asistirán tus más acérrimos "amigos", hay gente que no tiene (no sólo en esa noche, sino en todas las demás) el qué llevarse a la boca. Pero tu no te preocupes por semejante tontería, no señor. Tu disfruta de la cena, no sea que te atragantes de la preocupación...
Recuerda también que mientras tu "querido" y "mimado" hijo recibe ("merecidamente", por supuesto) una videoconsola de última generación, un telvisor, un ordenador y/o un vehículo para que haga el gilipollas mientras va drogado, borracho y/o alcoholizado, hay niños que puede que merezcan más que su "retoño" que no pueden ni imaginarse comprar un sonajero, una pelota, o una baraja de cartas. Y si por casualidad tienen algún objeto de los que he mencionado, lo tiene de segunda o incluso de "tercera mano". O roto. O sucio. O ambos. Pero bueno, la felicidad de un hijo es lo primero, ¿no es verdad?
Y cuando, el día de Navidad, se levante y observe contento el despertador (que marcará una hora tardía, ya que ud. no tiene que trabajar), recuerde, por último, que hay gente en este mundo que ni siquiera puede permitirse considerar especial este mágico día. Hay gente que, para vivir, todos los días tiene que hacer una "visitita" al vertedero (incluyendo nochebuena y navidad). Pero usted métase en la cama y siga durmiendo. Seguro que el mundo se arregla solo...
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