Se que también debo analizar todas las
películas del amigo Robin Williams, pues así lo juré y me lo
propuse en éste hilarante blog hace tiempo. Pero también me puse a
analizar la saga Metal Gear Solid, aprovechando que me la había
comprado en edición HD. Pues bien, hace unos días (bastantes) acabé
“Metal Gear Solid 3: Snake Eater”.
En éste juego de la saga, nos situamos
mucho tiempo antes de los hechos acontecidos en MGS1 y MGS 2. Nos
centramos en el periodo de la guerra fría. Un hombre, entrenado por
la famosa soldado The Boss, debe rescatar a un científico llamado
Sókolov de las manos de un sector sublevado del ejército ruso. Ese
hombre no es otro que el futuro Big Boss, el soldado original del que
saldrán los clones Solid, Liquid y Sólidus, Les enfants terribles.
Ya en la misión, es sorprendido por la traición de su mentora The
Boss, que se une a los rebeldes, llevándose consigo a Sókolov. Aquí
es dónde empieza la misión principal del juego. Naked Snake (pues
ese es su nombre en clave) debe rescatar de nuevo a Sókolov,
destruir la arma militar que le han obligado a construir (el
Shagohod) y acabar con la vida de The Boss, todo ello para preservar
la estabilidad entre las dos potencias imperantes, la Unión
Soviética y EEUU.
En ese marco narrativo se desarrolla el
juego que tenemos entre manos. Hay que admitir que, si no es el mejor
de la saga, está entre los mejores, porque es un auténtico juegazo.
El control se ha mejorado mucho respecto a las dos anteriores
entregas, más aún en la versión de Play Station 3, que te dejan
el control de la cámara. Los gráficos son de lo mejorcito de la
generación pasada. La ambientación está muy lograda. El juego se
desarrolla tanto por bosques, en los que tendremos que utilizar
nuestra habilidad para camuflarnos, como por edificios militares, en
los que usaremos nuestro arte del disfraz o, directamente, nuestro
manejo de las armas. Éstas son variadas, y los enemigos a los que te
enfrentas son cabrones hasta la saciedad. Además, los Cobra, la
unidad que compone todos los enemigos finales del juego, es muy
original, así como cada uno de los combates contra ellos. En
general, el juego es tremendamente satisfactorio en casi todos los
aspectos. Quizás, lo único que se puede reseñar como negativo, es
que los enemigos son demasiado cabrones. Pero aun así, roza la
perfección. Todo ello envuelto por una música, como siempre genial:
Publicado por Guido
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