No me cansaré de decirlo. Lo dije el año pasado y lo digo éste. Y aún así, tengo la sensación de que lo he dicho muy pocas veces: Azerbaiján no es Europa. Según mis prestigiosos apuntes de geografía, la Europa física se extiende desde Portugal en el oeste hasta los montes Urales en el este. A lo sumo, coge también a Turquía. Pero Azerbaiján está en el quinto coño. Yo no sabía ni que existía hasta que ganó eurovisión. Es Asia. Aclarado ésto, comencemos con la parte que nos toca: informar y entretener, amigos. Este fin de semana (el sábado, para ser exactos, se celebró la final del festival de Eurovisión en Bakú. (la capital de dicho país). Ganó Suecia, el país del Ikea y de Stieg Larsson. España, quedó décima. Pero oye, hace tiempo que no entramos en el “top 10”. Algo es algo.


El festival estuvo bien, pero a mi punto de vista, quizás un poco sosete. Tuvo su gracia lo de que el estadio se iluminaba de los colores de la bandera del país participante en cada actuación. Pero más allá de ésto no tuvo mucho más. Es lo de siempre. Actuaciones, presentadores que se han aprendido un discurso al dedillo, votaciones y a casa. Y luego, el progamilla patetíco de después en el que hablan de porque España debería de haber ganado. Aunque no quedamos tan mal, hay que admitir que España está en seria desventaja. Países vecinos, lo que se dice vecinos, sólo hay tres (Portugal, Francia y Andorra). Y si Francia no nos da 12 (como pasó el sábado) y Andorra no participa (como también pasó el sábado) ya ves tú como podemos acumular puntos. Tenemos que hacer como la Unión Soviética. Todo el mundo sabe que se dividió para poder votarse entre ellos en Eurovisión (este año casi les sale bien la jugada; las abuelitas rusas quedaron segundas). Debemos dar independencia a las comunidades, y así, nos votamos entre nosotros y nos llevamos siempre el premio. Rajoy, por lo visto, tiene otro plan. Nos quita la educación y sanidad para que no nos quede otra más que emigrar y que podamos votar a España desde fuera (desde dentro no se puede).

La ganadora fue, representando al país sueco como ya he dicho, una tal Loreen interpretando una canción llamada “Euphoria”. Muy bonito todo, bailando descalza, con lucecitas y confeti. Y luego tendrían fiestorro, claro. Nosotros imagino que también; un español no le dice que no a la fiesta, pero no es lo mismo. Con ésto de que no ganamos nunca, he pensado que si algún día la muerte me pide un último deseo, le pediré que antes quiero ver con mis propios ojos (y en directo a ser posible) a España ganar eurovisión.




Publicado por Guido

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