Rectificar es de campechanos

Hoy, el rey de España, jefe de Estado del país, ha salido del hospital UPS San José de Madrid tras recibir el alta hospitaliara. En el pasillo, con su tradicional y campechano vestido de americana y pantalón de traje, se ha encontrado con los medios de frente. Observando a todos y con ojos arrepentidos (medio bajando la cabecilla, pobrecillo)  ha dicho que se encuentra bien. Tras una pausa, añadió: "Lo siento, me he equivocado. No volverá a ocurrir". El rey de España, amigos míos, ha perdido disculpas finalmente, algo sin precedentes. Pero era casi necesario para la monarquía, tras la de mierda que le está cayendo al señor Urdangarín, y tras el escopetazo de su nieto. La monarquía se está cubriendo de gloria éstos últimos meses. Después de la disculpa real (apreciese el doble sentido entre real de "cosa que existe" y real de "monarquía") el rey se ha alejado, por el pasillo, cual Robocop, torpemente con sus muletas. Bajó hasta el parking subterráneo del centro, y se marcho en el coche saludando desde la ventanilla.

Y ahora... ¿Que hacemos? A mi me da penilla, estaba casi lloroso el hombre... ¿Le perdonamos o no? Bueno, venga, por esta vez pase, pero que no vuelva a ocurrir... Le dejamos continuar con sus labores de monarca de España. Que siga gastando el dinero de los españoles en sus cosas, y que haga lo que quiera, pero que no cace elefantes, cualquier cosa menos eso. Que se vaya a esquiar, o de crucero, pero elefantes no. Para todo hay un límite.

Publicado por Guido