No estamos muertos, estamos de parranda

Qué cutre es la programación del verano. Horrible. Me paso todo el día viendo mierdas como pianos. A lo sumo, me divierto algo viendo “Los Simpson” después de comer. Concursos y series rancias nos saludan desde nuestras pantallas. Siempre hay excepciones, claro, pero las ponen en un horario y de unas maneras que hacen que acabes odiando desesperadamente el contenido que se emite. Tengo varios ejemplos... ¿Por qué se sigue emitiendo “Cuarto Milenio” a altas horas de la madrugada? ¿Porque los capítulos de “Juego de Tronos” tienen tanta tantísima publicidad en Antena 3? ¿Por que “Frank de la Jungla” lo echan a la hora de la siesta? Vamos, que es un jodienda en general. Lo que más me fastidia es que, durante todo el santo año emiten cosas interesantísimas. Pero es llegar el verano y empezar a sacar a la luz cosas aburridas. Y ahora, para colmo, desde la 1, que ya firmó su sentencia de muerte como televisión de calidad el día que el Führer Mariano llegó al poder, nos bombardean con las olimpiadas a todas horas.

Y esa es otra. Si antes sospechábamos que éramos unos mantas en todo, ahora se confirma. Antes se podía decir que España era como el tonto de la clase (sólo bueno en deporte y religión), pero ahora ya no. En estas olimpiadas, salvo en contadas excepciones, estamos perdiendo estrepitosamente. Estamos en el puesto número 28 del medallero, con 1 oro (En vela, conseguido por Marina Alabau), 5 platas (2 en natación, ganadas por Mireia Belmonte, 1 en cantonaje en aguas tranquilas conseguida por David Cal, 1 en Triatlón por Javier Gómez Noya y 1 en natación sincronizada, gracias a Andrea Fuentes y Ona Carbonell), y un bronce (Maialen Chourraut, en cantonaje en slalon). Por lo demás, no conseguimos ningún reconocimiento. Ni siquiera en fútbol, donde se suponía que, después de la Eurocopa, íbamos como favoritos. Ahora bien, yo creo que simplemente los deportistas españoles se están dejando ganar porque no quieren subir al podio con ese horrible chándal, que es cani a más no poder.

Vamos, que entre la programación cutre y unas olimpiadas que no me interesan demasiado, estoy sumido en un aburrimiento constante. Lo único que me consuela ahora mismo y me saca de éste sopor y vagancia veraniega es ver fotos de lo preciosa que está Ponferrada cuando anochece...