Llevando a penas 2 meses en el cargo, el ministro de Educación, Cultura y Deportes ya se ha ganado un huequito en nuestros corazones. En el nuestro y en el de los franceses, que lo acusaron de cocainómano cuando se limpió la nariz con un pañuelo mientras defendía a los deportistas españoles de las acusaciones de los guiñoles por dopping.
Wert, un señor con un apellido muy de Madrid, ya nos sorprendió cuando dijo que iba a cambiar la asignatura 'Educación para la Ciudadanía y los Derechos Humanos' por otra muy distinta, 'Educación Cívica y Constitucional', porque adoctrinaba a los alumnos en temas tan escabrosos como el matrimonio homosexual. Para argumentar el cambio de temática, se sirvió de un libro de esta asignatura que nunca fue homologado por el Ministerio de Educación allá cuando Zapatero gobernaba este país, leyendo lo siguiente: "Los capitalistas son como ratones que corren en la rueda cada vez más deprisa. (...) El capitalismo es como un tren sin frenos que se acelera cada vez más. Camina, sin duda, hacia el abismo. Pero ese abismo no es, como muchos marxistas imaginaron, su fin inevitable, que dará paso al socialismo. No, el capitalismo rueda vertiginosamente hacia el agotamiento de los recursos ecológicos, hacia la destrucción de este planeta, que sobrevivirá quizá con rapidez, por un desastre nuclear, o quizá más gradualmente, por una quiebra ecológica irreversible".  
A parte de esto, nuestro querido y amado ministro escribió un libro antes de que le dieran el cargo llamado Los españoles antes del cambio en el que decía que la vistoria del PP en las pasadas elecciones ''no fue por mayoría absoluta, sino por universal''. Yo vi imágenes de Alf, E.T. y el marciano de los Looney Tunes en un mitin del PP aplaudiendo cuando salió Esteban González Pons. Pero no sólo el libro habla de la victoria de Mariano, sino que además califica al 15-M como una mezcla de socialismo utópico y radicalismo político con varias gotas de ignorancia y simpleza con un puntito soviético.
Pero qué os esperabáis de un señor que en realidad es: FÉTIDO ADDAMS.

Publicado por Napoleón

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