El día en el que el mundo decida pararse

El día que el mundo decida pararse será porque estará harto, harto de que los jóvenes nos enganchemos a las drogas, al alcohol, a los ordenadores, al teléfono móvil y a la televisión. Se hartará de que los adultos se comporten como críos, y en vez de resolver sus disputas diplomáticamente prefieran hacerlo mediante guerras y más guerras.

Nuestra vida se corrompe, al igual que nuestro planeta, pues solo entendemos de medio ambiente cuando este suma unos votos en las elecciones; parece mentira que se hable del ser humano como el ser vivo más evolucionado del planeta, pero, como iba diciendo, la política se convierte en un oscuro entramado en el que todo el mundo saca tajada menos los pobres.

Por si fuera poco, ahora hay que sumarle a todo esto un problema que se expande como la peste, un problema denominado "recesión económica" o "desaceleración comercial", o como el proletariado preferimos llamarlo: CRISIS. Y, fíjense, estamos tan evolucionados que no sabemos cómo salir de este "pequeño" problema que nos está costando el sueldo y la vida.

Pero seguimos echándonos mierda a nosotros mismos: este puente de la constitución una panda de subnormales, ya que no se les puede calificar de forma menos hiriente, decidió faltar a sus puestos de trabajo por una extraña enfermedad; todos ustedes saben a que me refiero, bueno, que la pataleta de los controladores aéreos le costo al país una gran inversión monetaria, que habría ayudado algo con la recesión económica. Yo estoy de acuerdo con una canción de "Mago de Oz" en la que sus versos finales rezaban:

"hay veces que no sé
si exprimir el sol
para sentir calor

durante miles de años, los seres humanos
hemos podido disfrutar, del mejor regalo
que los dioses dieran jamás a ningún ser vivo

la brisa, el viento, el hermano Sol y la hermana Luna
campos y praderas donde ver crecer a nuestros hijos
amaneceres bañados con el perfume que estornudan las flores en primavera
puestas de sol decoradas por los sueños aun por concebir

y aunque parezca mentira… inteligencia

pero el hombre blanco despreció aquel tesoro
y a medida que la vida le sonreía,
él le contestaba dando patadas al destino

si alguien lee esta carta, no olvide que el fin de esta civilización
se debió al egoísmo, codicia e incultura de la raza humana

los hombres ya no somos mamíferos

el ser humano no se convirtió en depredador

la raza humana somos simplemente un virus

matamos, crecemos, y nos multiplicamos

por eso nos extinguimos

por eso las aguas se tragaron nuestra civilización

la verdadera Atlántida, éramos nosotros

y por eso hemos escrito esta nota

para formas de vida inteligente venideras.

cuando los hombres escupen al suelo...

…se escupen a si mismos."

"Homo hominis lupus est", el hombre es un lobo para el hombre, y así vamos desapareciendo, expirando, nos perdemos entre el polvo del camino, porque polvo somos, y en polvo nos convertiremos.

Publicado por El Padrino