Cayo Julio César, también conocido como Calígula, fue el emperador romano al que más se le ha ido la chola con diferencia. El tipo era raquítico, feo y calvo. Siendo así, Calígula se odió no solo a sí mismo , sino que odió a toda la humanidad en general. Hizo multitud de locuras, algunas graciosas, otras de estar loquísmo de la cabeza y otras de decir "quitarle los cuchillos, que está muy mal". A continuación os pongo algunas de sus locuras que vagan por Internet. Ya veréis que divertido...


-Mantuvo relaciones sexuales con tres de sus hermanas. Menudo tipo...
-Dejó embarazada a una de sus hermanas (Drusilla) y, cuando el embarazo corría el octavo mes, rajó a su hermana para sacar al niño. Por ello, murieron tanto su hermana como su hijo. Si no hubiera sido tan impaciente...
-Capó a un gladiador llamado Longino por tener el pene más grande que él. ¿Cómo lo averiguaría Calígula?
-Solía quitar los toldos del anfiteatro para ver morir de insolación a los presentes. ¡Doble espectáculo!
-Muchas veces comía mientras presenciaban torturas. Incluso en una ocasión le cortó las manos a un preso, fabricó un collar con ellas y se lo puso al propio condenado. Cena y espectáculo, completito...
-Cuando se casó con una tipa embarazada de ocho meses llamada Milonia, decidió aceptar a la hija de ésta porque la pequeña arañaba los ojos de los demás infantes. Salió a su padre putativo.


¡Qué diablillo estaba hecho el chaval! Estas y otras locuras hicieron que el emperador romano más chiflado fuera merecedor de salir en la sección de este blog dedicada a la historia: ¡No me jodas!




Publicado por Guido

1 comentarios:

Anónimo dijo...

tienes una mala vision nde la historia mallllllllllllllllll

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