EL 17 de febrero, hace tan solo tres días, los belgas consiguieron un récord: llevan 249 días sin gobierno. Y han llevado la revolución a los extremos. Pero lo que los belgas entienden por revolución... no es lo mismo que nosotros entendemos por revolución. Para empezar, muchos han decidido no afeitarse hasta que se proclame un nuevo gobierno (la revolución de los barbudos, promovida por un actor belga famoso). Una senadora flamenca propuso también una huelga de sexo. A pan y agua hasta nuevo aviso. Y ahora los estudiantes belgas han decidido llamar a la protesta "la revolución de las patatas fritas" (no me preguntéis por qué). Esta revolución se convocó el día que se cumplió el récord a través de nuestro gran amigo el Facebook. También a través del Twitter. Los belgas tienen pensado hacer una fiestaca al aire libre en Amberes, un flashmob en Lieja, un reparto de patatas fritas gratuitas en Lovaina y un striptease colectivo en Gante. Todo esto para que se pongan de acuerdo los políticos belgas, valones y flamencos...

¡Viva a la gloriosa revolución de las patatas fritas!



Publicado por Guido

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