Erase una vez cuando…los perros recogían dardos.

Mi primer cuento viene de la ciudad norteña de Rochdale, a tiro de la piedra de Manchester en el noroeste del país. Desde este rincón olvidado, ha surgido la estrella canina del momento. Jip: el perro que recoge dardos.



Parece que desde perrico, Jip ha tenido gran habilidad para recoger cosas (sí, os oigo –que eso es lo que hacen los perros- espera el de poco fe)…al principio, según su dueño/agente, perseguía a anillos de oro por el suelo del local (¿¡en el pub más pijo del mundo?!), luego progresó a recoger monedas (¿incrustado de diamantes?) y devolverlos al mostrador y ahora gana sus galletas recogiendo dardos de la diana.

Su dueño explica que Jip se ha convertido en la mascota del local y en un recurso muy valioso (sin duda por traer periodistas curiosos que buscan novedades para llenar un telediario vacío)…de todas formas, ¡es listillo ese perro!

¡Qué sigues recogiendo cosas aún más interesantes, Jip, a menos que los periodistas te olviden y encuentren un cerdo que es gran bailarín!


Publicado por Beedle el Bardo

0 comentarios:

Publicar un comentario