Ayer por la noche se emitieron en La Sexta los dos últimos capítulos de la temporada dos de “The Walking Dead”. Aunque quizás deberíamos llamar a la serie “The Talking Farm”. Seamos sinceros, la serie está muy bien, y a mi me encanta, pero en la inmensa mayoría de la segunda temporada sólo salen escenas de gente del grupo hablando con la bonita imagen de la granja de Hershel detrás. No ha pasado nada de importancia hasta el final de cada uno de los capítulos, y las cosas más interesantes suceden en los dos últimos.

Además, se cargan a Dale, el viejecillo pescador, que era mi personaje favorito. Y luego, en la batalla final, sólo se cargan a un par de hijos de Hersel. Eso sí, la pelea en sí es alucinante. Con el granero ardiendo y los caminantes andando sueltos por la granja, y con los protagonistas liándose a hostias con los coches (por no hablar de Hersel liándose a escopetazos mientras grita “¡ES MI GRANJA!”), la sensación final es muy satisfactoria. También les ha quedado muy bien lo de la muerte de Shane (que luego se zombifica). A partir de ahí, parece que a Rick se le ha perdido un tornillo. Se cabrea y asegura que “la democracia se ha acabado” (claramente, Rick tiene tendencias fascistas. No quiero decir nada, pero nos puede montar un cuarto Reich). Por otro lado, la rubia (Andrea) no consigue escaparse de la granja en los coches con los demás, por lo que echa a correr por el bosque. Le ataca un zombie, pero le salva Águila Roja (verídico).

Águila Roja se ha pasado a La Sexta

Al final del capítulo, se ve el que será el refugio del grupo, una cárcel abandonada aparentemente. Por ello, han decidido cambiarle el nombre a la serie. De “The Walking dead” a “The Talking Farm”. Y de “The Talking Farm” a “The Talking Prision”.  


Publicado por Guido

0 comentarios:

Publicar un comentario