Todos sabemos que en Mónaco son ricos. Y como tienen dinero, hacen las bodas reales más bien larguicas. El viernes, Alberto de Mónaco se casó con Charlene Wittstock, nadadora olímpica, por lo civil. Y ayer, como Dios manda, por la Iglesia. Ahora la Charlene ya es Charlene de Mónaco, Su Alteza Serenísima y princesa del Principado de Mónaco. Los croupiers del casino de Montecarlo y los millonarios que tienen guardados los dineros en Mónaco están de celebración. Hasta el príncipe ha organizado conciertos para todos sus súbditos. ¡¡GRAAAATIS!!
Hasta aquí lo bonito. Ahora vamos con la crónica social:
El Serenísimo, un señor ya mayor (le pasa 20 años a la moza), calvete, putero y del que se duda sobre su orientación sexual, se casó vestido de niño de comunión... con el traje militar monegasco.
La ya Serenísima se caso con un vestido del que le costaba tirar y con un velo que se salía de las fronteras del estado, cosa no muy difícil.
Ésta ha sido la boda real número 50 retransmitida por Jaime Peñafiel y también la primera boda real patrocinada por distintas marcas comerciales, como la del coche de los novios o la del bolígrafo con el que los novios han firmado el acta de boda.
En la sosa boda religiosa los novios no se han dirigido ni una sola mirada, ni una sola sonrisa ni nada de nada, sólo un beso bastante cutre. Según Boris, el único emocionado de la boda era el director de la banda.
Había fuentes que decían que Charlene iba a huir del país antes de la boda por que se había enterado que el Serenísimo podría tener un hijo de tan sólo tres semanas (Albertito tiene dos hijos ilegítimos reconocidos, y los que le quedan). Al final no ha huido nadie.
La prensa dice que ambos novios se han dado un rotundo ''sí quiero''. ¡¡ESO ES MENTIRA!! ¡YO HE VISTO LA BODA EN DIRECTO Y LOS NOVIOS HAN DICHO ''OUI'', NO ''SÍ QUIERO''! ¡¡MANIPULADORES DE MIERDA!!
Tras el enlace, donde nadie ha cantado el 'Pescador de hombres', y eso que era la ceremonia religiosa, los Serenísimos se han ido a la iglesia de Santa Devota, patrona de Mónaco, a dejarle el ramo de la novia, que se ve que es tradición.
En la boda estabán casi todas las cases reales de Europa, menos la española entre otras, según Juancar por que viene la Hillary Clinton de visita y no le pueden hacer un feo. Pero según rumores, dicen que Felipe y Alberto no se llevan muy bien.
Lo que no me ha gustado es que no hayan invitado a Grace Kelly. Sí, estará muerta, pero invitar se invita, luego ya si va es otra cosa.

Publicado por Napoleón

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