Ya es un habitual que nuestros queridos políticos, los que velan por nosotros y sólo quieren conseguir lo mejor para su país (sí, sí, es ironía), suelten perlitas por esas boquitas piñoneras cuando creen que el micrófono por el que acaban de dar un discurso plagadito de falsos testimonios (vamos a contar mentiras, tralará…) está apagado o fuera de cobertura, y que sirve para que los periódicos de contraria ideología llenen la portada poniendo a dicho político fino.
Sin duda, los más cercanos “deslices” que hemos escuchado estas últimas semanas son los de Esperanza Aguirre (hablando con Gallardón) y José Bono, dos habituales de la cofradía del micro abierto. La lideresa más dicharachera comentó con el alcalde de aquí, de Madrid, que “no tenemos un puto duro”. Y poco después, el presidente del Congreso dijo que “estoy hasta los huevos, estoy trastornao”, en plena votación.
¡Vaya! Parece que en la capital van a tener que empezar a pedir limosna en las puertas de la Almudena. Y al pobre Bono, que le compren un libro de sudokus.
La Espe ya opinó sobre uno de los de Caja Madrid al que cariñosamente llamó “hijoputa”. Rajoy comentó sus planes y dijo “Mañana tengo el coñazo del desfile; en fin, un planazo”.Bono, cuando era presidente de Castilla- La Mancha, calificó al entonces Primer Ministro Británico, Tony Blair, de “Gilipollas”. Josemari, el expresidentes, dijo en un congreso de la UE, cuando era presidente de turno, sobre su discurso: “¡Vaya coñazo que he soltado!”. Y por último recordar el famosísimo “¡Manda huevos!” que Federico Trillo soltó en el Congreso cuando era el presidente del hemiciclo. ¡En fin!
Publicado por Napoleón

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