Esta es la historia de un barrio en el que viven seres tan dispares como monstruos con una ligera afición a comer galletas, erizos rosas y vampiros que cuentan. Hoy voy a hablar de nuestro querido Barrio Sésamo. Cuando éramos pequeños esta serie lo petaba. No como lo que emiten ahora. Recordemos en éste instante al magnífico Pato Pico (Que más que un pato parecía una avestruz), al monstruo de las galletas (Que era un puñetero adicto), al Conde Draco (Que contaba cocos, pelotas, manzanas), a Coco (Que estaba grillado de la cabeza), a Elmo (Que sabía dónde vives), a Epi y Blas (Que tenían una bonita relación), a Espinete (Ese extraño animal), a Óscar el Gruñón (aquel bicho verde que vivía en la basura), a la Rana Gustavo (el reportero más dicharachero de Barrio Sésamo), a Chema el panadero (el de Aida no, el de Barrio Sésamo), a Don Pimpón (¡Que decir de Don Pimpón!) y a todos los otros personajes de los que no me he acordado.




Vivían todos felices y contentos en el barrio, y cada uno tenía sus historias y sus desventuras, que se iban mezclando (o no) con las del resto de los personajes. Además, explicaban todo de forma muy educativa. Si señor, un programa como dios manda. ¡Que vuelva Barrio Sésamo!



Publicado por Guido

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