Ayer ponías las noticias y sólo hablaban de dos cosas: De la visita del Papa y de la Supercopa. 
El Santo Padre llegaba a Madrid y era recibido por el Juancar y la Sofi. El golazo final de Messi. Andaluzas cantando sevillanas al paso del papamóvily tunos cantando frente al hotel del Papa. [Luego se quejarán de los tópicos]. Mourinho metiéndole el dedo en el ojo al segundo entrenador del Barça. El Papa pasando por la Puerta de Alcalá. Los del Madrid haciendo karate. Y etcétera.
Mientras tenía lugar el partido y posterior batalla en el Camp Nou, en Madrid, los que iban en la manifestación laica se pusieron a discutir con los peregrinos de la JMJ. Que si Marx es mejor que Jesucristo. Que si el Papa mola un huevo. Que si alejen a los niños de los curas. Que si iréis al Infierno... Y ¿cómo acabó todo? Pues lo típico. Apareció la pasma y empezó a repartir golpes, por no decir otra cosas, que eso es pecado, a los laicos. A los cristianos no, que tenían la protección de Dios.
Y mientras Mou le metía el dedo en el ojo a Tito Vilanova, había ahí en medio un señor de bigote que nadie sabe quien es.
Publicado por Napoleón

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