Mira que debe ser triste (y poca cosa) lo que pasa por el mundo que voy a escribir sobre el futuro viaje de Guido, el que escribe por aquí alguna vez.
El canso de él me lleva insistiendo ya un par de días con que escriba sobre su viaje. Y, no sé si lo sabréis, porque apenas han hablado de esto en el blog, que Guido se va a Perú de ruta Quetzal, a ver el Machu Picchu y a rendirle homenaje al emperador Cuzko.
Antes de que Dora la exploradora se vaya, pedimos disculpas de antemano a todo el pueblo de la República de Perú, y también a todos los españoles por la imagen que vamos a llevar del país a lo que fue virreinato español.
Pues eso, esperemos que el pseudo Magallanes este se pierda por el Amazonas o que encuentre el Dorado, y en este caso, que se acuerde de su compañero y amigo Napoleón (a mi me lo traes en negro).
Así que, Pizarro, no te cargues a ningún emperador Atahualpa, y si te acuerdas, me traes una llama (animal vivo, no peluches ni chorradicas), que lo tengo que cruzar con el alce que me prometió Separ cuando visitó Canadá.
Pero todavía queda mucho hasta junio, y por medio cae un Apocalipsis parece ser, así que no tienes escusa para no escribir aquí, vago.

Y un último favor, si te cruzas con Vargas Llosa por ahí, le das una colleja de mi parte, y le dices que 'Pantaleón y las visitadoras' es el mayor truño que se ha escrito. He dicho.


Publicado por Napoleón

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