Napoleón me insiste en que escriba. Hoy ando muy falto de temas, y mi humor no es que sea excelente. Acabo de terminar de leer un libro tremendamente aburrido sobre la arquitectura y escultura de los monasterios medievales por tercera vez, ya que así lo exige alguien de mi entorno estudiantil al que no le tengo mucho aprecio… por no decir nada. También hace poco me he tenido que tragar una película sobre la vida del Papa Juan Pablo II por motivos similares. Y verdaderamente, estoy hasta los mismísimos. Así que, como no quiero sentir que he perdido un precioso tiempo en ambas actividades, y como no hay un “Algo distinto a lo habitual” desde hace siglos, voy a tocar ambos temas en el artículo de hoy.

"Matar, matar, matar, matar, matar"

Para empezar, conversaré con vosotros acerca de la película “Karol, el hombre que se convirtió en Papa”. Título ridículo, a mi parecer. Todos los Papas son hombres que se han convertido en Papa. Salvando esa pequeña e inexplicable rareza, es una película polaca del año 2005 en la cual un tal Piotr Adamzcyk (vete tú a saber como se pronuncia eso) hace el papel de Karol Wojtyla. Sinceramente es una película larga y aburrida de narices, que sólo tiene algunos puntos buenos (y no extremadamente). Mas que una película se puede hablar de que es una serie corta. Luego me enteré de que hay segunda parte. La va a ver su…

Y continuando con la segunda parte del artículo, voy a hablar de un libro que se llama “El Monasterio Medieval” un complejo de nombres de abades que construyeron o mandaron construir diferentes partes de un monasterio. Así capítulo tras capítulo: Pasando por los cluniacenses, los cistercienses, los cartujos, los mendicantes, los monjes orientales y la madre que los… En resumen: a pesar de tener solo 95 páginas, es el manuscrito más aburrido que me he leído en mi vida y que, posiblemente, me leeré. No os recomiendo ni éste libro, ni la película (excepto a aquellos a los que les guste el rollo masoquista, por Dios).

Napoleón, no te puedes quejar, ya he escrito. Me dijiste un día que te daba igual el tema, pero que escribiese. Pues ya está, y no sabéis lo a gusto que me he quedado. De vez en cuando es bueno dejarse llevar por la irascibilidad.


Publicado por Guido

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