Hoy, a las siete y cuarto de la mañana, me afeité por la primera vez en un mes. ¿Por qué, os oigo pensar? ¿Me gusta parecer un mendigo? ¿Me encanta la sensación incomodísima de los pelos puntiagudos contra la piel? ¿Sueño con tener un gran bigote-patilla-barba cuando sea mayor?
¡No!
Entonces, ¿Por qué me sometí a esta tortura durante un mes entero?...pues hay tres razones; una noble, una rara y otra que me da mucha vergüenza.
Primero, (empezaré con lo peor) el mes pasado tenía muchísimo trabajo y casi no tenía tiempo para dormir ni imaginar lujos con la suavidad de mi cara (quizás estoy exagerando…pero de vez en cuando sintió así).
La segunda razón radica en el hecho de que uno de mis trabajos fue escribir y grabar una película en catalán. Yo interpretaba un naturalista/ explorador y pensaba que sería más auténtico si dejara los pelos crecer…¡qué dedicación…ya los sé! :p
La razón principal, sin embargo, es que ayer fue el último día de “Movember”
¿Qué cojones es “Movember”?
Pues hay una pista en el inglés…es un juego de palabras con el mes “November” y la palabra “Mow” una palabra muy coloquial que significa bigote.
¿Pero QUÉ ES?
Movember es una campaña de concienciación en contra del cáncer de la próstata que nació en Australia en 2003 en la que los varones dejan crecer un bigote durante un mes para ganar dinero para las organizaciones benéficas y para aumentar la conciencia de esta enfermedad que mata a miles de hombres cada año. Esta campaña ha extendido por todo el mundo el mundo anglosajón, lo cual significa que a finales de noviembre se ven a muchos hombres bigotudos por la calle… algunos en plan escoba y otros menos impresionantes. Sin embargo, lamento transmitiros que todavía no puedo tener un bigote poblado (¡maldita sea!) así mostré solidaridad con los que sí que podían por no afeitarme pero sin esculpir un bigote bien definido…optando por el estilo “ayer por la noche dormí en un banco”.
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