Ayer el Congreso de los Diputados aprobó la reforma de la Constitución que fijará el déficit de las administraciones públicas. Bueno, el Congreso no lo aprobó. Lo aprobaron el PP y el PSOE con ayuda de Unión del Pueblo Navarro. El 10% de los diputados se ausentaron durante la votación, que resultó a 316 votos a favor y 5 en contra. Los 5 en contra han sido dos tipos del PSOE (uno de ellos por equivocación), dos diputados de Coalición Canaria y Rosa Díez, la líder de Unión, Progreso y Democracia.
Durante la votación de la reforma del artículo 135 de la Constitución (que ahora pasa al Senado) los diputados de ERC, ICV, BNG y NaBai abandonaron el salón de plenos, al igual que tres diputados del PSOE disconformes con la propuesta..
Y entonces, Gaspar Llamazares impidió que CiU se sumara a la reforma constitucional, lo que hizo que Zapatero se enfadara. CiU, al igual que el PNV y el propio Llamazares, había decidido abstenerse en la votación.
Y gracias a Llamazares, la propuesta se va al Parlamento igual que entró, y allí votaran el próximo miércoles y habrá 15 días para intentar que haya referéndum, como exigen los sindicatos.
Sin duda Llamazares ha sido el único que ha demostrado que se preocupa más por su país que por los mercados. ¡Bravo!
Publicado por Napoleón

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