Esta vez, el astronauta se llama Leo, y está ejerciendo una misión en una estación espacial. Así, descubren una nube espacial eléctrica, y mandan a investigar a Perícles, un chimpancé. El caso es que se pierde, y Leo, coge una nave y va a por él atravesando la nube. Parece estropearse, y cae bruscamente sobre un lago de un planeta desconocido. Y cuando sale de la nave y empieza a investigar, ve que se encuentra en una selva. Después de caminar un rato, descubre un grupo de humanos que está huyendo de algo... de los simios, como habréis podido suponer. Capturan a Leo junto a varios humanos. Pero la sorpresa viene cuando nos enteramos de que en ésta película, los humanos también hablan (como es lógico). En la película original los humanos desconocían el lenguaje. Leo se escapa junto con algunos humanos con la ayuda de una simia llamada Ari. Regresa a su nave y recupera un localizador que le informa de que sus amigos están cerca. Así, todos juntos, siguen el rasto del localizador hasta llegar a la estación espacial, que está estrellada en el suelo, vieja y rota. Ari le dice a Leo que esas ruinas llevan allí más de 2000 años. Y aquí es donde se empieza a mascar el asunto. Llegan allí todos los simios cabreados y se hostian con los humanos. Pero en medio de la batalla, llega una nave: La nave de Pericles, el chimpancé. Todos los simios creen que es su dios, y deciden vivir en paz y armonía con los humanos. Leo, que parece ser que es un poco cortico de mente, sigue pensando que no está en la tierra, así que coge la nave de Perícles y se marcha hacia la tierra. Aterriza enfrente del monumento a Lincoln. Pero se fija en que... (ALERTA DE NUEVO, SPOILER) ¡¡¡La estatua de Lincoln es un simio!!! Y cuando empieza a llegar gente, se descubre que todos son simios.
La película es cojonuda. Es un poco liante, como todas las películas de Tim Burton, pero cojonuda. Os recomiendo que os la
Publicado por Guido
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